"Para salir del impasse francés, ¿por qué no recurrir al europeo Mario Draghi?"

La caída del gobierno de François Bayrou, menos de un año después de la del gobierno de Barnier, es suficiente para conmocionar a la gente. ¿Debemos culpar a las instituciones de la Quinta República, que se han vuelto incapaces de sostener la democracia representativa francesa? ¿Debemos considerar que nuestra vida parlamentaria está definitivamente fragmentada debido a las tensiones inherentes a la sociedad francesa? Sin ir tan lejos y quizás con un diagnóstico demasiado precipitado, podemos sugerir volver la mirada hacia nuestros vecinos europeos. Es aquí donde podemos encontrar inspiración, a la vez más pragmática y menos dramática. Europa tiene dos ejemplos que ofrecernos.
En primer lugar, existe la experiencia europea basada en la construcción de una coalición de buena voluntad entre las fuerzas políticas. En algunos casos, esta coalición debe consensuar lo esencial y adoptar parte del programa de cada uno de sus miembros. Este escenario está profundamente arraigado en la cultura política europea. Caracteriza a los países del Benelux, Alemania, Austria e incluso Dinamarca y Estonia.
Aunque el modelo de grandes partidos que unifican la vida política europea en torno a ellos está sufriendo cierta erosión, la tradición aún conserva algunos vestigios valiosos, como vemos en Irlanda, Portugal, España, Italia, Suecia e incluso Polonia.
Fragmentación social e ideológicaEn Francia, esta vía de coalición aún no ha emergido. Ningún bando político cuenta con mayoría, y los partidos no quieren ni oír hablar de una coalición plena. Incluso un gobierno sin mayoría, que se lanzara a ciegas al debate presupuestario con la esperanza de reunir gradualmente votos de consenso, no tiene ninguna garantía de éxito. En cuanto a las nuevas elecciones legislativas, la misma fragmentación social e ideológica produciría los mismos efectos. Estas elecciones legislativas anticipadas darían lugar a una configuración política prácticamente inalterada, que aún no tendría una vía viable para proponer a las Asambleas.
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Le Monde